No me dirán que si uno dice que es de Codorniz (Segovia) y que se va a cazar codornices al coto de dicha localidad, parte del público no dará crédito. En efecto, se trata de uno de esos pueblos con nombre curioso, como otros tantos que existen en nuestra geografía.
La toponimia, ciencia que estudia el significado de los nombres de los lugares, determina que los nombres de los pueblos se deben bien a las características físicas de dicho lugar, bien a sus fundadores o son de origen desconocido. Un claro ejemplo de que las cosas no son lo que parecen es el pueblo de Pepino (Toledo), que debe su nombre no a la plantación de la curcubitácea en el municipio, sino al nombre de su fundador, Alonso Pepino.
Ahora bien, los pueblos con nombre de especies cinegéticas sí parecen estar ligados a su presencia histórica, que suponemos que en el pasado debía de ser importante. La pena es que en muchos de estos pueblos, quizás las especies que les dan nombre son muy escasas o ya ni existan.
Algunos nombres de pueblos con especies cinegéticas (si alguien conoce alguno más que lo diga):
Campo de liebre (Barjas, León)
Codorniz (Segovia)
Perdices (Soria)
Salto del lobo (Marracos, Zaragoza)
Venta de la perdiz (Cádiz)
Villaconejos (Madrid)
Villaconejos de trabaque (Cuenca)
Villar del ciervo (Salamanca)
Villar de ciervos (León)
Villardeciervos (Zamora)