En estos meses hemos recibido varias consultas sobre el posible impacto de los gatos domésticos en la caza menor. Hay preocupación en ciertos cotos al ver que, pese al control de zorros y córvidos, tanto la caza menor como el resto de fauna siguen sin recuperarse, ¿pueden ser los gatos los culpables? Responder a esta pregunta sigue siendo difícil, pero no imposible.
En primer lugar tendríamos que hacer un "censo felino" en nuestro coto para conocer si hay gatos y por dónde andan. Ni que decir tiene que habrá que realizar los censos tanto de día como de noche para intentar localizarlos, aunque el gato suele preferir la noche para salir a cazar. Otra opción posible es el fototrampeo, dado que los gatos no evitan las cámaras.
En el caso de que existan gatos habría que intentar saber de dónde vienen y quiénes son los dueños, dado que los gatos no son los culpables de su propio instinto, sino de los propietarios que no impiden que salgan a zonas en las que no deberían estar. Esto suena a priori complicado, pero no son pocos los que encierran a los gatos durante la noche o siguen utilizando cascabel para que al menos el campo sepa que "el minino ya está aquí". Los dueños deben saber que los gatos pueden estar causando mucho daño a la fauna silvestre y que, llegado el caso, se puede solicitar a la Administración competente un permiso para capturar estos gatos mediante los métodos permitidos.
Siempre será difícil establecer cuál es el impacto real de los gatos en nuestro coto, pero varios estudios, como el firmado por WOODS y colaboradores en Reino Unido, disponible en la sección de Ciencia y Caza, muestran que son millones de presas las que pueden ser capturadas por los gatos. Millones de aves, mamíferos, reptiles, anfibios e invertebrados podrían estar siendo capturados por gatos bien alimentados.
¡Que nadie piense que estamos en contra de los gatos! Pero ya se sabe, cada uno en su casa y Dios en la de todos.