La tecnología sigue avanzado poco a poco y aparecen nuevos sistemas que pueden ahorrarnos mucho tiempo y dinero. Al principio son desarrollados para investigación y luego se ponen a la venta para que podamos disfrutar de ellos. La novedad a la que nos referimos hoy son los sensores a distancia para trampas.
El sistema se basa en un sensor de movimiento que se coloca en la trampa. Cuando cae un animal en la trampa, el sensor de movimiento envía una señal a un dispositivo GPS que transmite una señal a tu teléfono móvil y correo electrónico alertando de que la trampa ha sido activada. Evidentemente es posible diferenciar la trampa al estar localizada por GPS.
Tal vez la inversión al principio puede ser cara, pero si se tiene en cuenta el número de veces que hay que ir a ver la trampa (en ocasiones más de una vez al día) y las molestias que se pueden causar, no hay duda que podría ser de gran utilidad para nuestras jaulas de córvidos y también podría aplicarse en el uso de lazos y otros métodos amparados por la ley.
Adjuntamos un vídeo de una empresa americana que ofrece el producto. Aunque está en inglés es fácil coger el concepto.
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