No son pocas las sociedades de cazadores que echaron el cierre hace unos días o que están a punto de hacerlo; algunas no llegaron a abrir por la sequía prolongada. Los que hayan contado las piezas abatidas compararán con el número de animales censados antes de comenzar la caza. Los que no las hayan contado ni antes ni durante la caza tendrán complicado entender cómo fueron las cosas en su coto.
Pese a que muchos piensan que el cierre es un tiempo de "tranquilidad" para la caza, vamos que hay que dejar tranquilos a los animales, realmente es uno de los momentos más críticos dado que lo que ha quedado debe cuidarse al máximo, al ser la "simiente" de la siguiente cosecha.
Los censos son fundamentales para la gestión de nuestros cotos, tanto de caza mayor como menor. Por desgracia muchos cotos no realizan esta tarea complicada y no siempre agradecida, si bien con el tiempo otros organizan censos que se convierten en una actividad de campo más, una jornada de campo sin escopeta.
Aunque son muchos los métodos y técnicas de censo, en primer lugar hay que coger un mapa de nuestro coto y dividirlo en cuarteles de caza, fincas, parcelas o cualquier otra división coherente con la superficie y paisaje del coto, crear "unidades de muestreo". Tras este primer paso debemos de considerar la especie cinegética que queremos censar. Lógicamente, una perdiz roja no se censa igual que un corzo y una perdiz roja en La Mancha tampoco se censa igual que una patirroja en los riscos de la Alcarria. Como siempre, no estará mal que planifiquemos las cosas con tiempo y cuidado. Hay que gastar un tiempo para comprender la situación, entender el mapa y planificar cómo va a ser el censo, quién va a ir por aquel sitio, cómo se va organizar la mano... ni que decir tiene que la asesoría de un técnico de campo es FUNDAMENTAL.
Tendremos que decidir si se van a estimar índices de abundancia o bien densidades poblacionales. Los índices de abundancia consisten en calcular el número de animales observados o sus rastros en una longitud determinada, durante un tiempo concreto o bien mediante capturas. La densidad de población puede obtenerse pateando los cuarteles de caza que hayamos considerados, con objeto de poder extrapolar esos datos al resto del coto. Hay muchas fórmulas matemáticas no muy complicadas que nos pueden ayudar a comprender mejor los resultados que podemos obtener.
Muchos cotos utilizan el índice kilométrico de abundancia para censar caza, consistente en contar la caza desde el coche, recorriendo los caminos y contando la caza que se ve en una franja a ambos lados del camino. Este censo se puede repetir a lo largo del año y nos puede dar mucha información, siendo barato y con datos muy valiosos. En la caza mayor, que pudiera parecer más sencilla por el mayor tamaño de los animales, se va implantando la utilización de cámaras de fototrampeo que nos facilitan ver lo que "está escondido".
Por lo tanto, el censo e inventario de la caza debe ser una de las tareas de rutina de nuestro coto, dado que la información obtenida nos ayudará a tomar decisiones con mayor precisión.