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Media veda
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Codornices. La historia de unas emigrantes

Un artículo de D. José Luís Garrido Martín

05 August 2015

LA ODISEA.- El Sahel, es una franja de territorio de unos 5.500 Km de larga y una anchura media de 600 Km, que atraviesa África desde el Atlántico por Senegal y Mauritania al oeste, hasta Sudán y Eritrea en el Mar Rojo por el este. Esta franja tiene por encima al desierto del Sahara y por debajo la sabana, lo que la confiere unas condiciones de vida muy duras, con temperaturas cercanas a los 50º y escasas lluvias que provocan en los años de sequía, que son periódicos, grandes hambrunas para las personas y para los animales.

A este terreno tan inhóspito llegan todos los años, desde finales de setiembre, una riada de esta especie de media veda, codorniz común o europea (Coturnix, coturnix), que ha pasado la primavera y el verano en España y Europa. Muchas de ellas llegan por primera vez con sus mayores, pues han nacido esa primavera en algún país europeo. Las codornices tienen una esperanza media de vida de algo más de once meses, no llegan al año, cosa que complicaría la reposición de las bajas para nutrir la siguiente vuelta, si no fuera por la eficacia reproductora de esta especie. Se arregla el asunto porque muchas de esas codornices, aprovechando el invierno africano, crían ya en el Sahel una pollada que en 53 días dispondrá de vigorosas codornices capaces de procrear y de emigrar, con lo que la población migrante se complementa con estos nuevos animales que sustituyen a las bajas muy cuantiosas que sufre la codorniz en su odisea. Cada otoño, también llegan a ese espacio africano del Sahel, a pasar el invierno, las tórtolas que ocupan las acacias de ese espacio y realizan un periplo muy semejante al de las codornices.

Cada año, codornices y tórtolas migran hacia Europa y vuelven desde ella recorriendo varios miles de kilómetros en cada ruta. A primeros de enero empiezan los preparativos en el Sahel. Las codornices tienen necesidades naturales de venir a criar al continente civilizado y gastar la menor energía en atravesar las masas de agua, por eso saltan a Europa por los estrechos más cortos; los mismos que utilizan también las pateras del hambre. En enero y febrero hay un acercamiento previo de codornices y tórtolas hasta la costa mediterránea del norte de África, para saltar desde Marruecos y Argelia hasta España, desde Túnez a Italia y desde Egipto a los Balcanes y Asia.

La ruta española, desde el Sahel al Estrecho de Gibraltar, la hacen las codornices subiendo por la costa atlántica ya en enero y febrero. Cuando llegan frente a Fuerteventura –la isla más cercana de Canarias a África–saltan de un vuelo los 90 Km que las separan y algunas codornices crían ya en las islas. Otras codornices se cruzan con las llamadas codornices criollas de Marruecos que son sedentarias y no tienen ningún instinto migratorio, porque las sobra bienestar en el cereal y regadío marroquí. La gran masa codornicera pasa a Europa a explotar el cereal y la primavera.

LA CODORNIZ LLEGA A LA TIERRA PROMETIDA.- El núcleo fuerte de la migración salta desde primeros de marzo hasta mediados de junio por el Estrecho de Gibraltar y empieza a cantar al campo andaluz, donde las reciben las codornices que quedaron en algodonales y maíces, para orientarlas de donde están los buenos terrenos y hacerlas el favor de aparearse con ellas, porque en esta especie la procreación es el éxito de su vida y la única posibilidad de supervivencia. Veinte montas hay datadas de algún macho, que acto seguido irá a buscar otra hembra –los machos no están más de 15 días en el mismo lugar según está comprobado–. Por otro lado, muchos nidos son de cuatro padres diferentes, porque las hembras son poliándricas y se aparean con nuevos machos, en cuanto el primero las abandona una vez inseminadas por él. Esto es así para asegurar la perpetuidad de la especie. En estas condiciones el esfuerzo por procrear tendrá el éxito de una pollada a partir de (6 a 18 huevos) que, sin embargo, perderá a la mayoría de esos individuos en los primeros diez días de vida, pero no por genética, sino por los inconvenientes de todo tipo que encuentran los diminutos pollos nidífugos.

En cinco comunidades importantes la media veda para la codorniz se espera así: En Andalucía con bastantes esperanzas, en Castilla la Mancha ni las han venido ni se las espera y en Castilla y León según comarcas; esperan que se dé bien al norte de la región y pesimamente en el sur, como siempre; en Cataluña no tienen buenas perspectivas en los últimos años y en Extremadura esperan con optimismo que cuando se abra la media veda este año, haya aún codornices y no pase lo que en otros.

Andalucía sólo se ocupa un tercio de su territorio con codornices. Y los machos cantando y buscando continuamente hembras en su camino, suben hacia el norte cruzándose con todas las que pueden. Dos polladas en España, más la de invierno en África, permite a la maquinaria que rige la dinámica poblacional de esta especie, estar siempre engrasada, a pesar de las bajas cuantiosas que produce la migración y de que muchos años con sacar una pollada en España, ya van cumplidas. La región andaluza ha recibido este año a las codornices con un abril, mayo y junio muy cálidos, pero húmedos en toda la comunidad, excepto Málaga.

Me dice con buen criterio Manuel Gutiérrez, delegado de la FAC en Huelva y persona preocupada por la codorniz, que “en los últimos años ha bajado algo la población, debido principalmente a la disminución de la superficie de riego. En abril hubo sitios de mucho canturreo. En nuestra campiña se producen importantes cambios de distribución por la calorina en verano, los cortes de riego en los cultivos, las roturaciones de los rastrojos y la recolección del girasol. Observas una plantación de sandías y está llena de codornices durante julio y agosto, pero en cuanto cortan el riego en un par de días no queda ni una. Lo peor es la retirada de la paja, gradeo, etc. que se solucionaría si hubiera exigencias para recibir las subvenciones de la PAC”, me dice este amigo. Francisco Cano, Delegado de Córdoba, y muy pendiente siempre del campo, me comenta que este año se presenta mejor que la media de años anteriores, ya que se escuchan y se ven con facilidad polladas numerosas en la zona de cereal y regadío. Extremo en el que coincide con Magdalena Iturmendi, experta en la especie, que ha pasado estos meses anteriores por Córdoba y Sevilla viendo cultivos a diario y ha oído y visto también mucha codorniz. Si se suben hacia el fresco, estas codornices que están ahora en Andalucía, lo mismo las vemos por Castilla y León.

En Castilla la Mancha marzo tuvo temperaturas cálidas y los tres meses siguientes muy cálidos y con precipitaciones escasas, pues hasta mayo fue muy seco y algo húmedo en Junio. Están los castellano-manchegos muy pendientes de que firmen la orden de caza que no resolvió la anterior consejera y el actual consejero tampoco lo había hecho a mediados de julio, según me comenta Manuel Aranda, que de paso me dice que en Ciudad Real no tienen apenas codorniz. Ya me dijo Santiago Ballesteros, “gran madrugador y amigo de la caza” que este pájaro suele estar ausente en esta tierra. Agustín Palomino, reconocido líder en asuntos y difusión cinegética, me dice que aunque no caza a esta pequeña ave, se ha interesado por las dos provincias más codorniceras de su región. En Guadalajara, una zona tan representativa como la Alcarria, tiene respuesta en todos los casos muy negativa, y esperan un año desastroso, ya que la cosecha ha venido muy adelantada y no ha dado tiempo a resolverse las nidadas; el campo ni ha cantado, ni canta, me dice. Por Cuenca tampoco las han visto; estamos ante un año malo de codorniz y perdiz. Carlos Sánchez, hombre de “Ciencia y Caza” preocupado por las especies, me ratifica que en Guadalajara y Toledo se las escuchó al principio, pero la meteorología reinante hizo que últimamente no se vea ninguna y menos con el uso de una agricultura tan agresiva, que no deja rastrojos.

En de Castilla y León las cosechadoras rematan a primeros de agosto los últimos panes del norte. Soria. Un mes antes me comentó José Manzano, Delegado de la Federación en Soria, que estaban segando el campo de Gomara (Soria), siempre muy codornicero y saltaban pocas y viejas. No han criado y no hay pollos. Jesús Llorente, un estudioso de la fauna, me comenta que este año es curioso debido a que en los 30 años que cosecha con su padre en Soria, es la primera que han comenzado segando los trigos, en lugar de la cebada. Debido a la meteorología de este año, los cultivos de invierno se han secado antes que los de primavera. Esto condiciona la cría de la codorniz, por lo menos en la meseta norte, que además este año tiene un ciclo más corto de cría por el adelanto de la siega. Valladolid. A mediados de mayo hice la primera salida a anillar, me cantaron cinco juntas al llegar y cogí dos a la vez, además, en varias estaciones cantaron bastantes. Parecía el inicio de una hermosa amistad, pero era ilusión de anillador. Apuntaba bien el año agrícola que había sido cálido y húmedo en abril y el cereal espigaba, pero un mayo caliente y seco rompió las perspectivas. El cereal no cuajaba y las codornices desaparecieron. Todo el mes de junio han estado ausentes. Han vuelto a la escena y a la red en julio, pero hacia mediados a medida que las cosechadoras arrasan la cobertura van desapareciendo. Miguel A. Benito, presidente de los cazadores de Olmedo, me comenta que siguen a la baja, que ni siquiera se las ha escuchado en el sur de Valladolid, cada vez más escaso. Me dice Claudio Sánchez, secretario de la delegación provincial y persona muy preocupada por el campo y las especies, que como me dijo hace tiempo, ni en el sur de Valladolid, ni en el de Salamanca hay codornices. No saltan más de una docena al segar parcelas de un montón de Has. Muy mala la media veda, me augura. Abel Ampudia, que por oficio contacta con mucha gente cazadora y del campo, conoce y patea en primavera la zona media de Torozos, Cigales a Villanubla, y allí no se ve una. Queda alguna en las frescuras cercanas a la viña de la ribera del Duero de Valladolid. León. No se quedan en las alfalfas vallisoletanas, se van directamente a la montaña donde José A. Pérez Garrido, científico e investigador, las controla. Comenta que las lluvias de mediados de junio han retrasado la cosecha por el sur de León, Oteros y Sahagún, donde se ven menos polladas que otros años y más individuos adultos. Sin embargo, en zonas de media montaña, frescas y húmedas, se empezaron a ver también antes, desde mediados de mayo, cuando lo normal es que empiecen a oírse cantar por allí a primeros de junio. Estamos oyéndolas ya desde mayo, en sitios nuevos de matorral, con pequeñas parcelas de pastizal o desbroces, y en estos lugares no se oían desde hace 3-4 años. José Miguel López muy cazador y conocedor del campo leonés, coincide en que se han refugiado en la montaña ante las oleadas de calor y me matiza que a mediados de julio aún no está levantada la mies en el regadío y que oye cantar bastantes en la vega de su casa. Me denuncia una actividad, maldita y peligrosa, de esparcir los biocidas a través de los riegos por aspersión, que debe ser algo a estudiar y evitar. Palencia. Me comenta José de Luis, delegado de la federación, que en la zona que llaman “de la Peña”, desde Cervera a Guardo, se están viendo muchas codornices. Espera como otros años que en la zona de Frómista, Tamara, Ribas y Villoldo y por Sahagún haya codornices, porque no han fallado nunca. En esta misma provincia, David Cordero un componente del Consejo de Caza y cazador preocupado, ha recogido informes de guardas, cosechadores y gente del campo y me informa que en el límite con León, zona de Sahagún se han visto muchas codornices, así como polladas cosechando en estos días de mediados de julio. Me confirma que por Frómista, ya segado han saltado más codornices que nunca. En la zona de Saldaña-La Valdavia también se han visto en buena cantidad y han criado bien. En la zona Boedo-Ojeda y en la de Herrera-Cervera hubo dos buenas entradas en primavera con muchas codornices reclamándose. En la semana de San Juan ha habido otra entrada fenomenal, viéndose muchas codornices cruzando los caminos. En el Campo de Carrion, me dice José Mª Giralda mi colaborador en anillamiento, que por el regadío está viendo como todos los años, en los que hacen perchas de unas diez por cazador.
Salamanca. Mal pinta la cosa, me dice Vicente Corredera, un gran adiestrador que maneja perros de excelencia. He pateado de atardecida con los perros zonas proclives de regadío en los alrededores de Peñaranda de Bracamonte –patatas, remolacha, maíz alfalfa y retazos de trigo–, y cebada y he movido cada vez poco más de media docena de pájaros. Esperaba más densidad ya que históricamente en años de dura sequia, como el que corre, en estas veguillas se concentran las pocas que crían en los términos colindantes. El futuro de codorniz ya no se espera como antes, los perros codorniceros, Pointers y Setters, están dando paso al Podenco, tan alegre para descaste conejero………

En Cataluña, me dice Joaquim Vidal, luchador de calibre en esto de la caza, que en su zona de observación (Tarragona), en la comarca de la Conca de Barberà (cerealista), la codorniz ha ido a menos. Esta comarca hace tan solo 10 o 12 años era muy frecuentada por el Dr. Puigcerver i su equipo, porque anillaban cantidad de codornices tanto adultas como juveniles. La caza era muy productiva con perchas generosas. Y después en Octubre, también se conseguían algunas de las rezagadas de Europa, de las que tienen grasa, que es la gasolina de viaje migratorio, suficiente para decorar un estofado. El hábitat no ha cambiado pero no hay entrada tan generosa como antaño y no crían como hace 10 años. Me comentan que al norte de Huesca, por la zona del Turbón (casualmente pasé un fin de semana en Junio y las pude oír) por allí si han criado bien.

En Extremadura, José Mª Gallardo, un nuevo presidente de Federación de los de empuje juvenil No sé muy bien por qué motivo, ya que el año ha sido muy escaso de lluvias y pastos, con una primavera horrorosa, pero me comentan agricultores y cazadores de la Campiña Sur Pacense, que están viendo mucha codorniz y pollos en las zonas de cereal de secano. Las polladas son abundantes en número y con gran diferencia de edad, lo que nos puede llevar a pensar que ha habido varias puestas con éxito. Cuando se abre aquí la media veda, 22 de agosto, la mayoría se habrá ido, pero eso es la dinámica poblacional de esta especie, que en algunas zonas de esta tierra ya no es migratoria. Cría en diciembre, como en el Sahel.

Artículo original publicado por el autor en la Revista Federcaza de Agosto de 2015 y enviado a esta redacción para su difusión.

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