Hace menos de un mes se confirmaba el fallecimiento de una mujer marroquí en un hospital de Madrid a causa de la rabia, tras haber sufrido una mordedura por un perro afectado por esa enfermedad.
La mordedura se produjo el pasado mes de octubre en su país de origen, Marruecos, donde la rabia es endémica. Sin embargo, por su prolongado periodo de incubación y, a pesar de que la mordedura fue leve, no comenzó a presentar síntomas de la enfermedad, fiebre, dolor, hormigueos... hasta el presente año.
A pesar de que se trata de un caso aislado y asociado a la presencia de rabia en Marruecos, debe servir para darnos cuenta de la importancia que tiene esta enfermedad y el riesgo tan grave que podría suponer su presencia de nuevo en España, algo nada descabellado si tenemos en cuenta que se encuentra en países fronterizos.
En ese sentido y a raíz del hallazgo de un perro con rabia el pasado año en Toledo, ya publicamos un artículo al respecto en nuestra sección de sanidad (puedes encontrar el enlace directo en la columna lateral de esta noticia), aunque ahora, con un caso mucho más grave que ha llegado incluso a costarle la vida a una persona, no queremos dejar pasar la oportunidad para seguir insistiendo en la importancia de mantener un correcto plan de vacunación de nuestros perros, así como extremar los cuidados en la importación de animales desde otros países o incluso en nuestros viajes a zonas de riesgo, para evitar que la rabia vuelva a ser noticia en España.
También sería fundamental que las Administraciones Autonómicas armonizaran la normativa en relación con la vacunación de rabia en España y acercaran posturas en cuanto a periodicidad y obligatoriedad de la misma en todo el territorio nacional puesto que, como hemos podido comprobar en multitud de ocasiones, las enfermedades no conocen fronteras y su presencia no va a depender, le pese a quién le pese, de colores políticos.