Las elecciones autonómicas y municipales celebradas ayer muestran un nuevo panorama político en España, caracterizado por el surgimiento de nuevos partidos y la bajada de los hegemónicos. Para el mundo cinegético, estos resultados serían anecdóticos de no ser porque uno de los nuevos partidos incluye en su programa medidas para fomentar el bienestar animal. Y en efecto, la caza entra ahí.
Es por ello que los medios de comunicación del ramo llevan cuestionando estas medidas desde hace tiempo y se preguntan qué pasará si se pasa de las palabras y los hechos. Además, ciertas organizaciones y "lobbies ecologistas" ya han mostrado abiertamente su apoyo a estas medidas, lo cual no hace sino encaminar la situación en una dirección desfavorable a los intereses de la caza.
¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Por qué un partido político decide posicionarse en contra de la caza? Para explicar esto sería necesario escribir una Tesis Doctoral, pero seguramente muchos ya tendréis una respuesta: la urbe se ha desconectado del campo y éste no siempre ha sabido adaptarse al siglo XXI.
En un momento histórico en que los niños creen que la leche viene de los tetra-bricks, es de esperar que una parte importante de la población no entienda que todavían existan cazadores. Y también es de esperar que fuertes campañas de concienciación y ahora políticos nos convenzan de que más que hacer algo por la naturaleza, la caza la destruye.
Frente a esta situación, el mundo de la caza y la conservación tiene que defenderse, pero siempre haciendo autocrítica.
La manifestación y los medios de comunicación son herramientas útiles (sea nuestra web un ejemplo), pero sólo si acercamos el campo a la ciudad y nos replanteamos ciertas cosas podremos revertir la situación.
Mucha gente ya no sabe a qué huele el romero, jamás a oído cantar a la perdiz y el mochuelo y tal vez nunca sentirán el placer de ver un perro trabajar. Por otro lado, disponemos de científicos y gestores cinegéticos que se dejan la piel para que el campo siga siendo rico en caza y fauna silvestre, diciendo las cosas buenas cuando toque y las malas cuando sea menester.
¿Te apuntas al desafío?