A lo largo del año se celebran en España multitud de reuniones científico-técnicas en materia cinegética, promovidas principalmente por entidades del sector cinegético. Unas son más bien modestas (con un par de ponentes que ponen al día a los participantes sobre temas de actualidad), mientras que otras van más allá y ofrecen una visión global de ciertos asuntos, realizándose mesas redondas y contando con la participación de ponentes de reconocido prestigio. Todas ellas tienen en común el gran interés por la gestión y conservación de especies cinegéticas.
El primer Congreso Ibérico de Caza y Conservación, organizado por la Federación Extremeña de Caza en Olivenza (Badajoz), los pasados 27 y 28 de mayo, fue una de esas reuniones que pretenden ir más allá. Podríamos decir con certeza que los ponentes fueron de gran nivel, que se realizó en "un marco incomparable" y que se discutieron temas de gran interés para la cinegética ibérica. Pero caeríamos en el error de obviar que el principal logro de los organizadores del Congreso fue sentar en una misma mesa a varias entidades cinegéticas que comparten un mismo objetivo, pese a que puedan existir diferencias en algunas cosas. La cuestión es, ¿son estas diferencias insalvables?
Mirando el panorama cinegético en España durante los últimos 30-40 años podríamos decir que sí; como les sucede a nuestros políticos, hay demasiadas "líneas rojas" que muy pocos quiere sobrepasar. Pero tras asistir al Congreso Ibérico, es posible que nos encontremos ante un punto de inflexión del cual serán protagonistas las nuevas generaciones de cazadores, gestores, investigadores y la propia Administración. Quizás esto se deba a que no haya tiempo, a que nos hayamos dado cuenta de que si no actuamos con prontitud, nuestro modo de vida desaparecerá. Y con él nuestro arraigo por el Campo y toda la vida que en él existen.
Al final, es el entusiasmo y trabajo de unos pocos los que marcan la diferencia. En este caso ha sido el equipo de Jose María Gallardo el que lo ha hecho posible. Ojalá que el espíritu de Olivenza perviva por mucho tiempo.