Ciencia y Caza

Uno de los momentos más importante en la vida de una perdiz roja es el emparejamiento, porque teniendo en cuenta la predación a la que se ve sometida, es posible que en la naturaleza sólo tenga una oportunidad para reproducirse.

Aunque la literatura científica apunta que el emparejamiento se puede producir desde el inicio del invierno, a finales de diciembre cuando los días comienzan a ser más largos, en la práctica la fecha puede varíar mucho en función de la localización de nuestro coto y la climatología. Por lo general, las provincias más al sur ven a sus perdices emparejarse desde diciembre y en el norte puede que hasta febrero-marzo no veamos parejas. Por otro lado, si el invierno es muy caluroso y seco la fecha se adelanta y lo contrario sucede si hay nevadas fuertes que empujan a las perdices a seguir en bandos hasta que el tiempo mejore.

Mientras la cobertura vegetal nos lo permita, es un grandísimo espectáculo ver cómo los machos van defendiendo sus territorios y las hembras se van "dejando querer". Ni que decir tiene que aquellos que practiquen la modalidad de caza con reclamo disfrutarán del celo en todo su esplendor.

En los últimos años se han incrementado los estudios sobre el comportamiento reproductivo de la perdiz roja, tanto en libertad como cautividad. Gracias a estos estudios sabemos que las perdices son promiscuas, tanto el macho como las hembra y que las hembras eligen en función de determinados comportamientos de los machos, así como por el tamaño de ciertos "atributos" masculinos que hacen que unos machos sean más atractivos que otros.

Desde el punto de vista de la gestión, el conteo de parejas es FUNDAMENTAL para conocer cómo fue la temporada de caza y cómo puede ser la siguiente, con decisiciones que deben tomarse en función de las parejas que tengamos.

En Ciencia y Caza queremos conocer cómo y cuándo se han producido los emparejamientos de perdiz roja este año en tu coto así que no dudes en dejarnos tu opinión al respecto.