Recientemente hemos leído varias noticias sobre "Los Quintos de Mora", una de las fincas de caza de más renombre en España, con motivo de la autorización por parte del Organismo Autónomo de Parques Nacionales para el aprovechamiento cinegético. Como siempre, no ha tardado en surgir la polémica porque muchos no ven con buenos ojos que se cace en una finca pública, entendiendo que el siguiente paso será la caza en los Parques Nacionales, algo por ahora impensable.
La caza y la conservación de la fauna silvestre en general le deben mucho a "Los Quintos de Mora". Adquirida por el Estado en 1942, fue en este entorno donde el desaparecido Servicio Nacional de Caza y Pesca Fluvial (posteriormente ICONA), realizó experiencias científicas emblemáticas. Uno de los "hitos" fue la crianza en cautividad de perdiz roja (principios de los años sesenta) y allí se vieron los primeros pasos de la gestión cinegética en España tal y como la entendemos hoy. Aunque no todo fue perfecto y muchas de las prácticas de antaño hoy están en desuso (¡han pasado casi 50 años!), sin duda la finca de "Los Yébenes" es un referente para la caza junto con Lugar Nuevo (Jaén).
Hoy Quintos es un santuario de biodiversidad, con cuatro planes de conservación para aves rapaces y cigüeña negra, realizándose en la actualidad numerosas investigaciones y a su vez sirviendo como residencia para el descanso de autoridades y Jefes de Estado que visitan nuestro país.
Quizás la crisis sirva para volver a poner en el mapa a la finca toledana y otras muchas que reclaman jugar un papel trascendental en nuestro medio rural, que sigue condenado a una lenta y dolorosa agonía (le pese a quien le pese).