En las últimas semanas nos encontramos en diversos medios de comunicación con noticias relacionadas con la falta de agua en los campos de buena parte de la geografía peninsular, asociada a lo que algunos denominan como la peor sequía de los últimos 150 años.
Es evidente que esta falta de agua que en muchas zonas urbanas no notaremos por el buen estado de los embalses gracias a las abundantes lluvias del inviernos, si será un verdadero problema para los cultivos, pero no sólo para ellos sino también y en el ámbito que nos ocupa para las especies cinegéticas.
No debemos olvidar que el agua juega un papel indiscutible y fundamental en el bienestar de los animales y, por tanto, en su estado inmunitario, modula la reproducción y, en casos extremos es causa directa de la muerte de ejemplares, sobre todo cuando se trata de especies con capacidades reducidas de movimiento y que cuentan con áreas de campeo de pequeño tamaño.
La ausencia de agua y humedad, además, en el caso en el caso de especies como la perdiz roja, afecta de forma directa a la incubación de los huevos y su viabilidad, así como a la supervivencia de los perdigones de pocos días de edad, no sólo por su escasez, sino porque éstos, en ese periodo, requieren un abundante aporte de proteína en la dieta para desarrollarse, que obtienen mediante el consumo de insectos, que serán muy escasos cuando la sequía es como la de este año.
En otros casos, como el conejo de monte, la ausencia de agua comprometerá gestaciones y lactaciones y, aunque se trata de una especie relativamente resistente a la sequía, sin duda en un momento en el que la nueva variante del virus de la enfermedad hemorrágico vírica asola numerosas poblaciones, un factor más no hará sino empeorar de forma notable su situación.
En el caso de la caza mayor, las repercusiones pueden ser en forma de un empeoramiento en la calidad de los trofeos y, sobre todo, un incremento en el riesgo sanitario de aparición de brotes infectocontagiosos, entre otros motivos, por la concentración de muchos animales en los escasos puntos de agua que estén disponibles.
Por todo ello y especialmente este año, será fundamental realizar una gestión adecuada de los bebederos y puntos de agua naturales en nuestros cotos, teniendo en cuenta aspectos fundamentales como su distribución, número, ubicación, mantenimiento... aspectos que muchas veces se dan por supuestos y que por pequeños errores suponen el fracaso de toda la actuación.
En ese sentido hemos preparado el Curso on-line sobre Gestión de Bebederos y Puntos de Agua para la Caza, que dará comienzo el próximo día 2 de junio y que abarcará todos los aspectos de esta herramienta fundamental para el mantenimiento y la mejora de nuestras poblaciones cinegéticas.
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