Nos llega una nota de prensa sobre la reunión organizada el 24 de abril por la Asocación de Criadores de Especies Cinegéticas Andaluces a la que asistieron 19 granjas de perdiz roja de la Comunidad Autónoma, bajo el patrocinio de NANTA y en colaboración de Asaja-Córdoba. En esta reunión se estuvo analizando el borrador de Decreto que modificará el Reglamento de ordenación de la caza de Andalucía, cuya publicación es próxima.
Como sucede cada vez que se toca el tema de la perdiz roja de granja, a tenor del texto proporcionado en la nota de prensa (se adjunta enlace), siempre hay un enfrentamiento entre criadores y Administración, el eterno debate que separa a los partidarios de las sueltas y a los que las quieren prohibir o limitar.
Sobre los criadores de perdices ha recaído una gran responsabilidad, dado que muchos cotos se sustentan a base de estas perdices y sin caza de granja directamente no exisitiría actividad cinegética. No obstante, muchos debieran pensar que si no cuidamos la perdiz roja silvestre, un día no se podrán soltar perdices de granja, como sucedió con la perdiz pardilla en el norte de España años atrás. Pero claro, el número de cazadores de perdiz pardilla y granjas era minúsculo en comparación con las cifras de la patirroja.
Se nos presenta una situación compleja en los próximos años; la Administración tendrá que apostar claramente por premiar los cotos que alberguen caza menor silvestre y las granjas deberán producir perdices puras, sanas y con un comportamiento lo más silvestre posible. Dicho de otra manera, rizar el rizo.