Desde hace ya varias semanas venimos recibiendo noticias del hallazgo de ciervos muertos en la R.R.C. Sierra de la Culebra, provincia de Zamora, una de las zonas de referencia en lo que a calidad y abundancia de la especie se refiere.
A falta de confirmación oficial todo parece apuntar que se trata de un nuevo brote de pasterelosis, similar, aunque de momento más discreto, al que hizo saltar todas las alarmas sanitarias en el verano de 2010.
De nuevo coinciden factores parecidos a los que en esa ocasión dieron lugar a la mortalidad de más de un centenar de ejemplares en esa zona y otras áreas limítrofes de la provincia de León. Una primavera húmeda y prolongada que generó abundante alimento, seguida de un verano caluroso y muy seco que además contaba con unas diferencias térmicas muy notables entre el día y la noche. Todo ello hizo y parece que está haciendo también en esta ocasión que los animales, por el estrés térmico y alimenticio unido a un sobreengrasamiento previo presenten una disminución en sus defensas que hace que agentes oportunistas como las Pasteurellas hagan su "particular agosto".
Si es así y se confirma la causa de estas muertes tan solo hace falta esperar algunos días o semanas a que el tiempo cambie, las temperaturas bajen y la lluvia vuelva a aparecer aunque como siempre cuando se trata de la aparición de animales muertos en el campo no debemos confiarnos ni bajar la guardia y es necesario poner todas las medidas de vigilancia epidemiológica en marcha para evitar males mayores, tanto en la propia fauna como en la ganadería y, sobre todo, en la población del entorno.
En nuestra sección de sanidad hemos publicado también una breve reseña de la enfermedad para facilitar su comprensión.