Vuelve el lunes y con él regresa el tiempo de compartir con amigos y conocidos los lances, experiencias y sensaciones vividas durante el fin de semana de caza.
Por desgracia este lunes va a ser diferente porque cuatro de nuestros compañeros ya no podrán volver a compartir esas experiencias y por ello todo el mundo cinegético está hoy de luto.
La mala suerte, la imprudencia o ambas se conjugan una y mil veces y, por desgracia, hacen que de nuevo cuatro cazadores pierdan la vida disfrutando del campo y de la caza, de su pasión.
Ahora llega de nuevo el momento de lamentarse y de llorar su ausencia, pero también debe llegar el momento de reflexionar, de forma profunda y de una vez por todas, sobre las causas y, sobre todo, sobre las posibles soluciones para atajar uno de los males más dramáticos de nuestra afición, los accidentes que tantas veces se resuelven de la forma que lo han hecho este fin de semana.
Ojalá que la próxima vez que salgamos al monte pensemos por un momento en ello y seamos conscientes de la importancia que tiene el sentido común, la calma, la seguridad ante todo.
Desde luego que también ahora algunos oportunistas intentarán aprovechar para intentar descalificar a la caza y a los cazadores, la edad en la que se pueda cazar o la conveniencia o no de esta práctica, pero al final no serán ellos quienes eviten más accidentes, sino nosotros con nuestra actitud.
D.E.P.
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