Hay momentos críticos para cualquier especie animal que pueden comprometer seriamente la supervivencia y evolución de las poblaciones silvestres. La reproducción es uno de los momentos más delicados y la experiencia de la hembra es fundamental para que las crías puedan salir adelante. Así sucede en muchas especies de caza mayor, dado que la habilidad de las madres para parir y amamantar cervatillos, corcinos o cabritos pueden determinar el éxito reproductivo de todo el rebaño.
Un trabajo de Wass y colaboradores, estudiando ciervos en cautividad en Nueva Zelanda (cuna de la producción de ciervos en cautividad), ofrece datos muy interesantes sobre las diferencias de comportamiento en el parto de ciervas adultas y jóvenes (hembras del año). Para ello los autores observaron a las ciervas en los cercados de forma muy cercana pero sin molestarlas en ningún momento.
En buena de las ciervas que parieron (43% del total) se observó un comportamiento de correr a lo largo de los vallados 24 horas antes del parto, si bien en las hembras adultas este comportamiento se observó antes y duro más que en comparación con las hembras jóvenes. Todas las hembras parturientas se separaron del resto del rebaño (más de 20 metros) dos días antes del parto, observándose de nuevo que las hembras adultas se separaron antes que las jóvenes. Tanto jóvenes como adultas sufrieron algún tipo de "molestia" de otras hembras durante el parto (porcentaje que se encuentra entre el 40 y 60% para todas las hembras), si bien las hembras jóvenes sufrieron más "interferencias" que las adultas. Además, los cervatillos de las hembras jóvenes tardaron más en mamar por primera vez (como media 44 minutos), respecto a los cervatillos de las adultas (33 minutos).
Aunque los datos aquí presentados corresponden a ciervos en cautividad y por tanto en un ambiente muy distinto al de la libertad, queda claro que las hembras jóvenes tienen más dificultades para sacar adelante a sus cervatillos durante el parto y los primeros momentos de vida. En la naturaleza, una hembra en un parto difícil siempre estará más predispuesta a ser objeto de depredadores varios.
El gestor de caza mayor en general y ciervos en particular posiblemente ya conocerá este hecho y por ello, durante las parideras, deberá prestar mayor atención a las hembras primíparas que posiblemente tendrán más problemas para sacar a su "choto" adelante.
Referencia del trabajo:
WASS, J.A., POLLARD, J.C., LITTLEJOHN, R.P. A comparison of the calving behaviour of farmed adult and yearling red deer (Cervus elaphus) hinds. 2003. Applied Animal Behaviour Science, vol. 80. pp. 337-345.
Palabras clave: ciervo, parto, producción.
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