Las perdices rojas llevan criándose en cautividad en España desde hace más de 40 años y se siguen realizando estudios para conocer cómo es la supervivencia de los individuos de granja bajo distintas circunstancias. En la mayoría de los estudios queda patente que las perdices de granja tienen muchas dificultades para sobrevivir y reproducirse en libertad, aunque existe un exiguo porcentaje de individuos que sí llega a cumplir la función de repoblación.
En los últimos años proyectos de conservación de diversas especies en peligro de extinción, tanto depredadors como presas, han comenzado a utilizar el “entrenamiento pre-suelta”, que no es otra cosa que enseñar al predador a cazar y a la presa a no ser cazada. Un estudio firmado por Gaudioso y colaboradores de la Universidad de León realizó una primera aproximación en perdices rojas criadas bajo métodos intensivos.
El sistema de entrenamiento consistió en introducir individuos adultos de perdiz roja en las casetas de cría en las que habitualmente se crían lotes de perdigones en gran número (más de 300-400 perdigones por caseta), siendo separados de éstos mediante una jaula específica. Seguidamente se aplicaron una serie de estímulos de simulación de llegada de dos tipos de predadores: rapaces y el mismo ser humano.
Tiempo después se liberaron dos tipos de perdices; unas que habían sido entrenadas junto a los adultos y otras que habían seguido el mismo entrenamiento pero sin su presencia. Las liberaciones se realizaron en una finca gestionada de Valladolid durante el otoño (soltando perdices jóvenes) y el invierno-primavera (soltando adultas) durante dos años consecutivos, estudiando 44 perdices entrenadas con adultos y 40 que no habían sido entrenadas junto con adultos.
Las perdices entrenadas con adultos mostraron valores superiores de supervivencia (72,7 días), área de campeo (13,04 hectáreas) y dispersión (549,58 m) frente a las no entrenadas con adultos, con la mayoría de las perdices muertas a las 2 semanas de la suelta. Las perdices adultas entrenadas con adultos obtuvieron los mejores valores de supervivencia (105,2 días).
Teniendo en cuenta todos los animales, la mayoría de muertes fueron atribuída a predadores terrestres (45%), rapaces (18.7%), caza (11.3%) y causas indeterminadas en un 25% de las ocasiones. Los autores remarcan que aunque los valores obtenidos fueron inferiores que las perdices silvestres, los valores de supervivencia, área de campeo y dispersión fueron muy parecidos a los obtenidos en un estudio anterior utilizando perdices criadas por sus padres.
En conclusión, parece que los sistemas de producción que introducen ligeros cambios para incrementar el contacto temprano de los perdigones con situaciones de peligro y presencia paterna de por medio, mejoran las respuestas de las perdices en el futuro. El entrenamiento abre una puerta de futuro para las granjas de caza pero cabe preguntarse si este sistema sería aceptado por los productores de perdiz roja, dado que las perdices se siguen criando en su base de la misma manera desde los tiempos de Quintos de Mora.
Referencia del trabajo
GAUDIOSO, V.R., SÁNCHEZ-GARCÍA, C., PÉREZ, J.A., RODRÍGUEZ, P.L., ARMENTEROS, J.A., ALONSO, M.E. Does early antipredator training increase the suitability of captive red-legged partridges (Alectoris rufa) for releasing? Poultry Science. 2011, vol. 90; p. 1900-1908.
Palabras clave: entrenamiento, granja, perdiz roja
Foto cedida por los autores