La becada es una de las especies más apasionantes de nuestra caza menor. Su biología, migraciones, hábitat y comportamiento hacen que cuente cada vez con más adeptos a su caza y, sobre todo, a estudiar aspectos hasta ahora desconocidos de la "sorda" que tratan de aportar datos que contribuyan a mejorar su gestión.
En ese sentido un grupo de trabajo de la Office National de la Chasse et de la Fauna Sauvage, dirigido por el Dr. Duriez, analizó la repercusión que podía tener la creación de zonas de reserva sobre las poblaciones migratorias de becada en Francia.
Para ello radiomarcaron casi un centenar de animales y trataron de comparar aspectos como la causa de su muerte, la tasa de supervivencia invernal o el potencial impacto de la predación entre aquellos que ocupaban zonas de caza y otros que se encontraban en áreas de reserva.
Entre los resultados más destacados pudieron comprobar que tan solo el 10% de las muertes fue a causa de la predación, principalmente por zorros y mustélidos, con un efecto similar entre jóvenes y adultos. Sin embargo, se comprobó que el impacto de la caza fue superior sobre juveniles del año que sobre animales adultos, siendo importante en este sentido el efecto de las zonas de reserva de caza. También pudieron comprobar que la supervivencia invernal fue superior en adultos que en jóvenes del año y que esta aumentaba para aquellos individuos que pasaban más tiempo en las zonas de reserva.
Por ello, los autores destacaron que medidas de gestión relacionadas con la regulación de la actividad cinegética como los cupos de caza (cazador/día), el acortamiento de la temporada de caza, la supresión de la caza en momentos de temperaturas extremadamente gélidas y por último la creación de reservas pueden ser importantes para la sostenibilidad de las poblaciones migratorias de becadas a medio y largo plazo.
Además, aunque en el estudio queda patente el beneficio de las reservas sobre las poblaciones de becada, la estructura de estas puede ser determinante. Por ello, los autores recomiendan que estas reservas contemplen los movimientos diarios de las aves, es decir, que no engloben únicamente el bosque (zona de descanso diurno y nidificación) sino que incluya también los pastizales y sotos cercanos (zona de alimentación nocturna), así como es importante también, controlar la presión cinegética en los alrededores (500-1000 m) de las reservas, dejando incluso una zona alrededor de las mismas con restricciones a dicha práctica.
Referencia del artículo:
Duriez, O., Eraud, C., Barbraud, C., & Ferrand, Y. (2005). Factors affecting population dynamics of Eurasian woodcocks wintering in France: assessing the efficiency of a hunting-free reserve. Biological Conservation, 122(1), 89-97.