A la hora de conocer cuántos animales hay en un territorio, ya sean perdices, conejos, faisanes o ungulados, podemos utilizar distintas técnicas para conocer la población. Para ello se calcula el censo (población total) o bien se realiza una estima poblacional (tendencia de la población a lo largo del tiempo). Existen muchas técnicas, pero por diversos motivos el “distance sampling” es uno de los métodos de censo más utilizado.
En líneas generales, el distance sampling consiste en la realización de transectos (recorridos) aleatorios por el terreno a estudiar, siendo posible realizarlos andando o en coche. Deben además representar las características del paisaje, es decir, si el territorio está formado por una zona de matorral y otra zona de cultivos, habrá que “patear” ambos territorios en función de lo que represente para la superficie total en la que estamos censando.
Mientras se realiza el transecto se tienen en cuenta factores como los animales detectados, su número, la distancia a la que son divisados así como el ángulo de la observación. Todos estos parámetros se toman con la mayor exactitud posible. Posteriormente se aplican las fórmulas adecuadas que nos mostrarán las densidades poblacionales entre otras cosas.
La duda que se plantea en este trabajo, firmado por Venturato y colaboradores es si una especie concreta, en este caso el faisán, se “sintió” atraído por las vías de comunicación (carreteras y caminos), dado que si así fuera nuestro censos desde el coche podría no ser muy correcto.
Para resolver esa incógnita, concretamente en faisanes, se realizó radio-seguimiento de un número representativo de individuos para observar así su distribución y relación con estas vías de comunicación. Los resultados mostraron que no existía ninguna relación especial (aversión o afinidad concreta) de esta especie por las carreteras.
De ello se concluye que, por lo menos en el faisán, la realización de los transectos con vehículo no altera los censos, aunque lógicamente éste estudio no puede ser generalizado para todas las especies.
Debemos tener en cuenta el paisaje del entorno a la hora de realizar este tipo de censos y lo representativo que es dicho entorno dentro de un coto o finca concreto, así como las medidas de gestión que pueden estar cercanas a las vías de comunicación, como los comederos que se muchas veces se sitúan en las proximidades de los caminos. No podemos hacer el censo pensando por dónde vamos a ir más cómodos o por dónde vamos a ver más “bichos”. Tiene que realizarse de manera estrictamente aleatoria y si no lo hacemos así seguramente nuestros resultados estará muy lejos de la realidad.
Referencia del trabajo:
VENTURATO, E.; CAVALLINI, P. et DESSÌ-FULGHERI. “Are pheasant attracted or repelled by roads? A test of a crucial assumption for transect censuses”. European Journal of Wildlife Research, 2010. Num.: 56. Pp. 233-237
Palabras clave: distance sampling, censos, faisán, vías de comunicación.