El verano es esperado por muchos aficionados a la mayor por las conocidas esperas a los jabalíes, especialmente en territorios agrícolas golpeados por los cuantiosos daños que las piaras pueden ocasionar en muy poco tiempo.
Todos hemos oído relatos cinegéticos de muy distinta índole sobre el tamaño de las piaras, lo que se cazó y por supuesto cómo fue el lance.
En la mayoría de los casos se busca el gran macareno, ése bicho de cerdas casi plateadas que nos hará “temblar” a la luz de la Luna.
Un estudio firmado por Carlos Braga y colaboradores, ofrece datos muy útiles sobre el tipo de jabalíes que se matan a la espera en Portugal. Para ello los autores analizaron las capturas a lo largo de cuatro temporadas de caza consecutivas, de Febrero a Octubre, en el Alentejo, región central de Portugal. En estas esperas se utilizó grano y fueron varias las escopetas participantes, comenzando la espera al anochecer y terminando cuatro horas después.
Tras 127 noches de esperas, se abatieron un total de 192 jabalíes. Las capturas variaron notablemente entre las distintas temporadas, siendo principalmente abatidos jabalíes adultos (mas de 24 meses de vida), subadultos (entre 12 y 24 meses), con un pequeño porcentaje de rayones y bermejos (todos los jabalíes menores del año).
Los autores establecen que la espera nocturna permite abatir de forma selectiva machos adultos, un hecho interesante para el cazador pero que debe de hacerse con cuidado dado que al final podría haber más hembras que machos, lo cual podría reducir la esperanza de vida de éstos e incluso provocar más daños en lugar de prevenirlos, al provocar que las relaciones de sexos y edades se desequilibren, debiendo entonces diferenciar cuando las esperas se dedican a abatir trofeos de aquellas otras en las que su objetivo es controlar daños.
Este trabajo confirma los resultados de muchas de nuestras esperas al jabalí y de nuevo nos ofrece datos interesantes que nosotros mismos podríamos recoger en nuestro coto con la ayuda de nuestro gestor. Así, en vez de decir “matamos unos cuantos jabalíes” podríamos registrar en nuestros libros de caza, “el 18 de agosto del 1987 abatimos un macho adulto y dos hembras en la Boca de la Bujeda”.
Referencia del trabajo
BRAGA, C., ALEXANDRE, N., FERNANDEZ-LLARIO, P., SANTOS, P. Wild boar (Sus scrofa) harvesting using the espera hunting method: side effects and management implications. European Journal of Wildlife Research. 2010. vol. 56, p. 465-469. Palabras clave: caza, jabalí.
