Como ya hemos dicho en más de una ocasión, una correcta determinación del sexo y la edad de las especies cinegéticas es fundamental para encarar la gestión de cualquier especie. Lo complicado en la caza es que se trata en la mayoría de los casos, de animales esquivos de manejo complicado y, en ocasiones, hay que tener a los animales en la mano para poder llegar a una conclusión.
El análisis de los rastros nos puede valer para confirmar la presencia de una especie en un entorno concreto y en algunos casos para algo más. Eso es lo que algunos autores habían pensado para el conejo de monte, asegurando que aquellas cagarrutas con un diámetro superior a 6 mm pertenecían a conejos adultos y las inferiores a 6 mm a gazapos e individuos juveniles.
Delibes-Mateos y colaboradores se pusieron manos a la obra para determinar si esos datos eran correctos y para ello controlaron 12 conejos adultos en jaulas individuales al aire libre, retirando y analizando el tamaño de las cagarrutas durante 10 días consecutivos.
Los autores obtuvieron que las cagarrutas de los adultos pueden ser mayores y menores de 6 mm y, a su vez, vieron que en cada conejo la proporción puede ser distinta, luego un conejo puede defecar muchas heces mayores de 6 mm y otro más bien pocas.
Por lo tanto, por el momento las cagarrutas de los conejos nos pueden servir para confirmar su presencia y en su caso determinar la composición de la dieta o la presencia de enfermedades, pero NO para diferenciar la edad de una forma clara.
Referencia del trabajo
Delibes-Mateos, M., Rouco, C., Villafuerte, R. (2009) Can adult and juvenile European rabbits be differentiated
by their pellet sizes? Acta Oecologica. Vol. 35, p. 250-252.