La crianza en cautividad del conejo de monte es una actividad consolidada y necesaria para la conservación de una de las especies "clave" del ecosistema mediterráneo. Por desgracia, los conejos son un problema tanto por su carencia como por su densidad excesiva en algunos lugares de España. Y cuando hay muy pocos conejos, la liberación de ejemplares criados en granja se convierte en casi la única opción para recuperar las poblaciones silvestres.
Pedro González-Redondo realizó una revisión sobre factores clave en el comportamiento de la coneja doméstica y de monte y su camada, prestando especial atención a los problemas y limitaciones de bienestar que pueden surgir.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de criar conejos de monte en cercados?
Esta es una de las opciones más utilizadas, y consiste en criar grupos de 5-8 hembras y un macho en cercados de superficie variable. Dado que en libertad su área de campeo está en torno a 2-4 hectáreas, una reducción de la superficie puede conllevar agresiones entre animales del mismo sexo, especialmente entre animales dominantes y subordinados. Se recomienda utilizar vivares artificiales con pequeños compartimentos de cría (en torno a 1 metro cuadrado), que imiten las condiciones naturales, junto con la disposición de paja para que las hembras lo utilicen como material de nido. De este modo pueden evitarse agrsiones entre hembras e infanticidios. La mortalidad perinatal está en torno al 17%.
La introducción de animales para "refrescar" la sangre puede producir agresiones a estos animales intrusos (que acaben en la muerte), por lo que se recomienda utilizar también animales del propio vivar para reposición.
¿Y si criamos en jaula como el conejo doméstico?
La opción de criar conejos de monte en jaula es un hecho, pero pueden existir muchos problemas derivados del estrés de manejo, dado que hay que llevar a la hembra a la jaula del macho, y la cópula puede tardar mucho en producirse (y en ocasiones no llevarse a cabo), siendo necesario utilizar la inseminación artificial.
A la hora de parir, hay que proporcionar un material adecuado para el nido, o bien utilizar un modelo de nido desarrollado por González-Redondo. Este nido se recomienda no sólo durante la crianza de los gazapos, sino en cualquier momento dado que proporciona refugio. Hay mortalidades perinatales del 33%, mucho más que cuando se crian en cercados. Esto se puede deber a fallos en la preparación del nido, canibalismos y partos fuera del nidal. Por ejemplo, es importante que tengan suficiente material para tapar la entrada del nidal, como hacen en el medio natural.
A modo de conclusión
La crianza de conejo de monte en cautividad acarrea problemas de bienestar por la falta de adaptación a los sistemas productivos, si bien por el momento no existe legislación específica como ya va sucediendo en la producción de conejo doméstico.
Referencia del artículo
González-Redondo, P., González-Mariscal, G., López, M., Fernández-Carmona, J., Finzi, A., & Villagrá, A. (2015). Maternal behaviour and welfare of the domestic and wild rabbit doe and its litter. ITEA, 111(4), 326-347.