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Ciencia y Caza

Sobre el comportamiento maternal y las fechas de partos de las cabras montesas

Un estudio nos aporta datos muy interesantes

19 June 2017

El parto y el cuidado de las crías es uno de los momentos más críticos para cualquier especie silvestre, incluyendo los depredadores, dado que el recién nacido es vulnerable a un gran número de amenazas.

El conocimiento de este período de la vida de las especies es más complicado si cabe cuando se trata de animales esquivos y difíciles de observar, pero es absolutamente necesario al tratarse de la nueva generación que más tarde tendremos que gestionar.

Un estudio firmado por Alados y Escos en 1988 aporta valiosa información sobre las fechas de parto y comportamiento maternal de la cabra montesa en Cazorla-Segura y Sierra Nevada, dos entornos "ideales" para nuestra cabra montesa.

Las observaciones de las cabras se realizaron en la primavera-verano de 1984 y 1985. En ambos entornos los partos comenzaron en la primera quincena de mayo, siendo más temprano en Cazorla-Segura y en ambos casos la mayor parte de partos se concentraron a finales de mayo; en Cazorla-Segura como media el 22 de mayo y en Sierra Nevada el 25 del mismo mes.

Resultó interesante comprobar que en el primer entorno sólo el 40% de las hembras parieron mientras que en el segundo este porcentaje se elevó al 78%. En cuanto al comportamiento maternal, las madres eligieron lugares poco accesibles durante el parto para prevenir la depredación, retirándose del rebaño uno o más días antes del nacimiento. Las hembras se mantuvieron muy cerca del chivo (entre 5 y 15 metros) durante los dos primeros días de vida. Hasta las tres semanas, los autores confirmaron que en la mayoría de las ocasiones la madre guardó distancias inferiores a 5 metros, siendo la distancia entre hembras adultas mayor.

Por otra parte se observó que cuando el chivo no está descansando la madre lo vigila en mayor medida, luego parece existir una sincronización del comportamiento. La posición de los chivos dentro del rebaño resultó ser también interesante, dado que en la mayoría de los casos suelen colocarse en el centro, evitando así "ser atractivos" a depredadores, tanto terrestres como aéreos.

Por último se observó que las cabras lactantes permanecían más tiempo vigilando que las gestantes, lo cual concuerda de nuevo con la presencia de los chivos. En lo que respecta a la lactación, durante los primeros días los chivos maman como media más de tres veces por hora, disminuyéndose a la mitad tras la primera semana de vida. Igual sucede con la duración media de cada amamantamiento, que pasa de 77 segundos al principio y 26 segundos tras la primera semana. Lo mismo sucede con el comportamiento de lamido, que va disminuyendo con el tiempo en frecuencia pero no en duración.

La gran cantidad de datos aportados nos dan muchas ideas de cara a nuestra gestión. Si sabemos anticiparnos a las fechas de parto podemos seguir de forma cercana los rebaños y establecer al menos qué porcentaje de cabras han parido y seguir las primeras semanas de vida de los chivos, que quién sabe si algún día serán los "Reyes de nuestras cumbres".

Referencia del trabajo

ALADOS, C.L., ESCOS, J. Parturition dates and mother-kid behaviour in spanish ibex (Capra pyrenaica) in Spain. 1988. Journal of Mammalogy. vol., 69, p. 172-175. Palabras clave: cabra montesa, reproducción.

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