Tanto por los efectos que las enfermedades producen en la fauna como por los que pueden producir en las personas, desde los años ochenta se han incrementado los estudios sobre las enfermedades de especies silvestres, entre ellas cinegéticas. En muchos casos, estas enfermedades han estado conviviendo con los animales posiblemente desde hace mucho tiempo, pero no ha sido hasta tiempos recientes cuando se han descrito y documentado. Aquellas enfermedades que se transmiten a las personas (zoonosis) son de gran interés para la opinión pública.
Este es el caso de un estudio firmado por David González-Barrio, del IREC, en el que se estudia la prevalencia de la bacteria Coxiella burnetii en el conejo de monte. Esta bacteria es el agente causal de la "Fiebre Q", que puede encontrarse en el ganado, animales domésticos como perros y gatos, aves, roedores y también en las garrapatas, que son vectores de la enfermedad (es decir, si nos pican nos la pueden transmitir). En el hombre es frecuente que la padezcan aquellas personas que tienen contacto con los animales anteriormente citados, dado que éstos esparcen la bacteria por la orina, excrementos, leche y por la propia picadura de las garrapatas infectadas.
Los autores recogieron 572 muestras de suero de conejo monte en 13 lugares distintos (principalmente mitad sur Peninsular), a partir de 464 conejos de monte silvestres y 108 conejos domésticos. En algunos de estos lugares existía una mayor presencia de ganado.
En líneas generales, se encontró un alta seroprevalencia en los conejos muestreados (animales que fueron positivos al análisis), confirmándose que una proporción importante de la infección se mantenía en el tracto vaginal y en aquellos lugares con mayores densidad de conejos y con presencia de ganado.
Este trabajo confirma por primera vez la implicación del conejo de monte en la transmisión de la "Fiebre Q", y nos recuerda el cuidado que tenemos que tener cuando "manejemos" especies silvestres como el conejo de monte, así como las consecuencias para la sanidad de especies domésticas. Pero tampoco podemos caer en el alarmismo, no nos vamos a "infectar ahora de repente" de los conejos que cacemos.
González-Barrio, D., Maio, E., Vieira-Pinto, M., & Ruiz-Fons, F. (2015). European Rabbits as Reservoir for Coxiella burnetii. Emerging infectious diseases, 21(6), 1055-1058.