Hoy en día una de nuestras mayores preocupaciones es la salud. Para ello, entre otras cosas, tenemos especial cuidado en nuestra higiene, la de nuestro entorno y la de nuestros alimentos. Nos preocupan muchas dolencias y enfermedades, muchas de ellas las relacionadas con los animales y nos viene a la cabeza enfermedades la tuberculosis, brucelosis, turalemia, hidatidosis (quiste hidatídico), triquinosis, etc. Intentaremos explicar el concepto de las enfermedades zoonóticas de una manera sencilla.
Zoonosis: son aquellas enfermedades que de forma natural se transmiten de los animales al hombre, o viceversa. El origen de las enfermedades puede ser infeccioso, bacteriano o parasitario. Existen aproximadamente 200 enfermedades zoonóticas. En principio todos los individuos de una población pueden contraer la enfermedad, si bien existen grupos con un riesgo especial:
• Personas inmunodeprimidas, niños y ancianos
• Agricultores y ganaderos. Veterinarios.
• Manipuladores de productos animales: matarifes.
• Personas que frecuentan el campo (trabajo u placer): trabajadores forestales y cazadores.
• Personas en estrecho contacto con animales domésticos o silvestres en el medio urbano.
• Personal clínico o de laboratorio
• Profesionales que investigan en el campo.
• Personas en situaciones de emergencia: catástrofes, refugiados (elevada densidad)
Reservorio de la enfermedad: cualquier especie, humana o animal donde los organismos responsables de causar la enfermedad (bacterias, virus, hongos y parásitos) donde la enfermedad se mantiene a lo largo del tiempo (el agente infeccioso se reproduce). En los reservorios, la enfermedad permanece estable. Un reservorio actúa como foco de dispersión y como reducto de la enfermedad. Además, en muchas ocasiones el reservorio no está afectado por la enfermedad o no muestra síntomas.
El control sanitario sobre algunas especies animales es, por lo tanto, de vital importancia, en concreto sobre aquellas que tienen una estrecha relación con el hombre como el ganado doméstico y los animales de compañía. Para ello se realizan intensas campañas de control y vacunación, con el fin de eliminar los problemas de salud pública que originan estas zoonosis. Entre estas medidas esta la vacunación antirrábica, las campañas de erradicación de brucelosis y tuberculosis, y los análisis de triquina.
Sin embargo, el problema ocurre cuando la enfermedad la contrae también la fauna silvestre, actuando como reservorio. Citamos como ejemplo la tuberculosis, zoonosis que presenta un gran número de especies reservorio, tanto domésticas como silvestres. En estos casos, el control de la enfermedad se complica, ya que muchas de las medidas que se aplican en ganado doméstico no son posibles sobre la fauna silvestre. Existe un considerable riesgo de reinfección o reaparición de la enfermedad.
Por ello, el Plan Nacional de Vigilancia Sanitaria en Fauna Silvestre tiene como objetivo conocer y controlar las enfermedades presentes en vida silvestre, no únicamente zoonosis. Destacan sobre las demás especies las cinegéticas por su importancia económica y parentesco con algunas especies ganaderas.
Palabras clave: Enfermedad, zoonosis, reservorio, fauna silvestre, ganado doméstico.