Ahora que nos aproximamos a la paridera del corzo, es bueno echar la vista atrás para recordar un artículo "añejo" sobre este tema. Es bien sabido que la caza es muy dependiente del clima y de los alimentos disponibles antes y durante el período reproductivo pero ¿en qué se traduce todo esto en el caso concreto del corzo?
Gaillard y sus colaboradores estudiaron en Francia cómo afecta la climatología del año en el nacimiento y desarrollo de los corcinos, un factor clave que todo gestor debe de entender para poder interpretar lo que la temporada nos traiga. Los autores estudiaron a lo largo de 8 años, nada menos, 209 corcinos en una reserva de caza francesa bien gestionada.
Los corcinos pesaron como media 1.628 gramos al nacimiento y experimentaron un crecimiento rápido durante los primeros 20 días de vida, a razón de 139 gramos por día. Se encontraron diferencias de peso al nacimiento entre años, lo cual se relaciona con el peso y condición de la hembra, a su vez ligado a la disponibilidad de alimento cada año.
Los autores determinaron que cuando en el mes de abril fue más seco de lo habitual los corcinos eran más pesados que en aquellos años con precipitación normal, sugeriéndose que las temperatura altas durante abril y el inverno anterior también podrían explicar la velocidad del crecimiento en los corcinos. Como en otras especies de ungulados, parece ser que las condiciones climáticas al final de la gestación son muy importantes de cara al nacimiento.
Fue interesante comprobar que los corcinos crecieron de igual manera con independencia del sexo, sin que tampoco la fecha de nacimiento influyera en el crecimiento de los corcinos, hecho que se podría deber al alto grado de sincronización de los nacimientos en esta reserva de caza; en otras palabras, casi todas las corzas parieron en un espacio breve de tiempo.
Aunque es difícil generalizar y cada coto es distinto, este artículo nos "abre un poco la mente" dado que la reproducción de una especie, en este caso el corzo, depende de muchos factores, factores que abarcan tanto el estado de la hembra antes de quedarse preñada y la climatología.
Si el gestor y cazador quieren llegar a entender al menos una parte, tendrán que comenzar a recoger estos datos para tomar decisiones acertadas. El duende, como siempre, da para mucho.
Referencia del artículo
GAILLARD, J.M., DELORME, D., JULLIEN, J.M. Effects of cohort, sex, and birth date on body development
of roe deer (CapreoLus capreolus) fawns. 1993. Oecologia, vol. 94, pp. 57-61.