Las prácticas agrícolas han sufrido un cambio muy importante en las últimas décadas, el campo se ha industrializado, la productividad ha aumentado considerablemente y la maquinaria agrícola, junto con el uso de fitosanitarios, ha permitido un uso intensivo del campo, desapareciendo la rotación de cultivos tradicional sustituida por laboreos más agresivos, uso de monocultivos, pérdida de linderos, etc.
El conjunto de estas medidas, en general, provocan un impacto negativo en la biodiversidad si no se toman las medidas oportunas. En el Reino Unido, cuyo desarrollo industrial fue previo al de España, este efecto negativo ha sido ampliamente demostrado.
Frente a ello se han tomado una serie de medidas de gestión, ligeros cambios o “adaptaciones” en la agricultura, así como un cambio de mentalidad basado en el aprovechamiento de otras fuentes de ingresos complementarias a la actividad agrícola en el medio rural, entre las que se incluyen la actividad cinegética.
La compatibilidad de la agricultura o ganadería con los recursos cinegéticos es una práctica habitual en la parte meridional de España, sin embargo, este modelo todavía no está extendido en otras regiones de la Península, donde la agricultura intensiva es la principal, sino única fuente de ingresos, igual que ocurría en Inglaterra.
En este contexto Chris Stoate realizó un estudio sobre la influencia que tienen las medidas de gestión de las aves cinegéticas, principalmente faisán, sobre otras especies de aves, en concreto los paseriformes (gorriones, jilgueros, pinzones, carboneros, etc).
Entre las principales medidas de gestión del medio analizadas se encontraron la creación de lindes, linderos y pequeñas zonas boscosas donde brindar protección en invierno, cobertura en verano. También fueron muy frecuentes los caballones, en inglés beetlebank, cuya función principal es la de proporcionar alimento vegetal y sobre todo animal (insectos), de vital importancia para los polluelos. Por último, se incluyó el control de predadores y la distribución de alimento durante la época invernal y la época de cría.
El autor pudo comprobar que el efecto positivo de las medidas de gestión cinegética no benefician únicamente a la especie diana, en este caso el faisán. Favorecen al conjunto de especies del medio, entre las que se incluyen otras especies cinegéticas, como la perdiz pardilla, y otras aves silvestres como los paseriformes.
Este grupo de aves, tienen una importancia doble. Por un lado, son indicadores de salud del ecosistema y las tendencias en la evolución de sus poblaciones nos ayudan a conocer la calidad del medio. Por otro lado, en el Reino Unido, la población en general muestra una gran predilección por ellos, ya sea su mera observación o la práctica fotográfica.
Por todo ello, se trata de un estudio de gran importancia porque pone de manifiesto el impacto positivo de una adecuada gestión cinegética sobre otras poblaciones silvestres, en este caso de paseriformes, y por tanto, sobre la biodiversidad general de los entornos.
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Referencia del trabajo:
STOATE, C. “Multifunctional use of a natural resource on farmland: wild pheasant (Phasianus colchicus) management and the conservation of farmland passerines”. Biodiversity and Conservation, 2002. Num.: 11. Pp. 561-573