Lamentablemente, es habitual en buena parte de los terrenos cinegéticos a lo largo y ancho de la Península Ibérica que, año tras año, veamos como las poblaciones de perdiz roja autóctona van desapareciendo, en muchos casos de forma exponencial.
Todos sabemos que hay algunas causas determinantes y comunes a muchos de estos cotos pero, en ocasiones, nos encontramos con lugares en los que, a pesar de los esfuerzos e inversiones realizadas para la recuperación de la especie, no se obtienen buenos resultados.
Por eso, conviene echar un vistazo a la ciencia para ver cuáles son las causas que pueden estar influyendo en estas circunstancias, algunas evidentes y otras quizá no tanto.
En ese sentido, un trabajo publicado en 2020, realizó un seguimiento de las poblaciones de perdiz roja durante tres años consecutivos en cotos de Andalucía y Castilla-La Mancha, para valorar su evolución, tratando de valorar que factores podían determinar las tendencias poblacionales de la especie, tanto por su influencia a corto como a largo plazo.
Para ello, utilizaron como referencia la productividad de las perdices en los cotos estudiados (tamaño de los bandos y relación de jóvenes y adultos en ellos) y analizaron su evolución en función de diferentes variables, entre las que incluyeron el clima, el uso del suelo y la realización de sueltas de perdices de granja.
Tras la recogida de más de 15.000 observaciones, comprobaron para los cotos estudiados que la productividad media al final del mes de julio era de tres pollos por adulto.
Encontraron también una relación directa y negativa entre la productividad y la climatología y el uso del suelo (intensificación). De este modo, concluyen que la intensificación agrícola es el factor determinante en el descenso de la productividad, pero además, en los años con primaveras secas, ésta alcanza sus niveles más reducidos.
Por otra parte, observaron trambién una correlación negativa a largo plazo entre las sueltas de perdiz de granja y la evolución de las poblaciones de perdiz silvestre, al contrario de lo que quizá se pudiera pensar, de manera que la relación entre jóvenes y adultos en áreas con una alta intensidad de suelta era menor que en las zonas en las que las sueltas eran escasas o estaban ausentes.
Los autores concluyen que la intensificación de la agricultura es la clave principal en el descenso de la productividad de la perdiz roja a largo plazo, mientras que el efecto de la sequía en primavera produce efectos directos a corto plazo. También el efecto de las sueltas de perdiz de granja supone un impacto negativo en las poblaciones silvestres a largo plazo. Por ello, es necesario adecuar la presión cinegética para la especie cada temporada con cupos acordes con estos factores,
Desde un punto de vista práctico podemos decir que para conseguir resultados en cuanto a la recuperación de la especie en nuestros cotos es esencial aplicar medidas de gestión específica orientadas a revertir estos efectos y así, por ejemplo, la recuperación de linderos o la construcción de beetle-banks o caballones, al igual que una adecuada gestión del agua o de las propias sueltas de perdices de granja pueden ser determinantes.
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Referencia del artículo
Guzmán, J. L., Viñuela, J., Carranza, J., Porras, J. T., & Arroyo, B. (2020). Red-legged partridge Alectoris rufa productivity in relation to weather, land use, and releases of farm-reared birds. European Journal of Wildlife Research, 66, 1-15.