El hábitat mayoritario de la liebre ibérica en España y Portugal se compone por estepas cerealistas y otros cultivos mesetarios que ocupan buena parte de ambas Castillas, Extremadura, Andalucía y Centro y Sur de Portugal.
En este hábitat se han realizado la mayoría de los estudios disponibles sobre la liebre ibérica, analizando, entre otras cosas, la dieta que tienen los animales.
Sin embargo, también podemos encontrar poblaciones de liebre ibérica en otros ecosistemas menos habituales, como son las zonas montañosas, en las que también son un interesante recurso cinegético que se aprovecha habitualmente al salto o en mano.
En este sentido, es importante conocer aquellas particularidades biológicas que nos pueden ayudar a fomentar su presencia en estas zonas en las que las densidades son menores, pero en las que también es muy apreciada.
Uno de los aspectos claves para determinar la abundancia de cualquier especie es la disponibilidad de alimento y, por ello, es esencial hacer una adecuada gestión, sobre todo cuando se trata de zonas con condiciones extremas y limitaciones importantes en determinadas épocas del año.
Sin embargo, para realizarla correctamente debemos saber que comen los animales en cada territorio y adaptar en lo posible los suplementos que les proporcionemos.
Así, Pauperio y Alves, estudiaron la dieta de la liebre ibérica en un ecosistema de montaña, a partir del análisis de excrementos recogidos mensualmente en 24 puntos diferentes de dos áreas montañosas del centro de Portugal.
Observaron una gran cantidad de especies vegetales presentes en la dieta, pero las gramíneas supusieron la base fundamental con más de un 50 % de presencia siempre y una media cercana al 70%. Se encontraron más de 35 especies de éstas gramíneas, aunque solo estuvieron en cantidad superior al 5% tres, la grama de olor (Anthoxanthum odoratum), el centeno (Secale cereale) y otras gramíneas herbáceas del género Agrostis spp. Destacó además la variación en la composición de la dieta en función de la época del año, así en invierno el porcentaje de gramíneas superaba el 80% mientras que en verano se acercaba al 55%, ya que se incorporaban otras especies verdes que abundaban en este periodo.
A la vista de los resultados presentados por estos autores, podemos concluir que si cazamos en zonas de montaña en las que la liebre ibérica está presente, una buena medida de gestión para favorecer sus poblaciones es, sin duda, ayudar con suplementos alimenticios durante los periodos de mayor escasez. Los mejores alimentos para la liebre serán cereales en grano (avena, cebada, centeno o trigo) y forraje de gramíneas y leguminosas (paja de cereal, heno, alfalfa o veza entre otros).
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Referencia del trabajo
PAUPERIO, J., ALVES, P. C. Diet of the Iberian hare (Lepus granatensis) in a mountain ecosystem. European Journal of Wildlife Research. 2008. Vol. 54, 4, pp. 571-579. Palabras clave: liebre ibérica, dieta, montaña