Los genes no se ven a primera vista, pero todo el mundo habla de ellos. Unos se sienten orgullosos de ser de aquí y de allá, de pertenecer a esta familia o pueblo y es que "lo llevamos en los genes", decimos con orgullo. A la fauna silvestre, que no puede hablar, los genes también le importan.
La preocupación por la hibridación de las especies de caza autóctonas con las procedentes de granja viene de lejos y son muchos los casos de "introgresión" o "contaminación" de genes autóctonos con otros bien distintos a lo largo de la geografía mundial.
En España la perdiz roja se lleva la palma en este asunto, dado que en muchas granjas las chúkares eran utilizadas para producir un híbrido con la roja más productivo y económico.
Conviene recordar un estudio realizado por Blanco-Aguiar y sus colaboradores respecto a la posible hibridación de la perdiz roja con su "prima" perdiz chúkar. Los autores analizaron 229 muestras antiguas de perdices procedentes de museos (perdices sin ancestros de chúkares), 955 de perdices del campo y 530 muestras procedentes de granjas cinegéticas en la Península Ibérica.
A través de pruebas de ADN, se analizó el grado de pureza de las muestras para responder a la gran pregunta, ¿son puras las perdices?
Un elevado porcentaje de perdices de granja (63%) resultó haber tenido algún ancestro chúkar en el pasado y la situación en las perdices silvestres no fue mucho mejor (45%). Los autores establecieron que la probabilidad de encontrar perdices con algún ancestro chúkar era mayor en aquellos lugares en los que se sueltan perdices de granjas habitualmente.
Esto no quiere decir que nuestras perdices ya no sean rojas, pero sí que se nos ha ido la mano con las sueltas y una proporción importante de perdices con genes chúkares se habrían "cruzado" con perdices rojas.
Siempre habrá excepciones y granjas que no utilizaron chúkares, pero la visión general es que hemos robado a las perdices de siempre parte de sus genes, con todas las implicaciones que eso supone, entre otras menor resistencia a las enfermedades, peor capacidad de adaptación al medio, peores capacidades reproductivas o un comportamiento alterado en relación con la caza.
No hay nada mejor que reconocer los errores para avanzar y no son pocos los que trabajan cada día para mejorar la calidad y pureza de las perdices de granja y los que lo hacemos para conservar y recuperar las poblaciones silvestres aún puras de nuestra querida patirroja.
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Referencia del artículo
BLANCO-AGUIAR, J.A.; GONZÁLEZ-JARA. P.; FERRERO, M.E.; SÁNCHEZ-BARBUDO, I.; VIRGÓS, E.; VILLAFUERTE, R.; DÁVILA, J.A. (2008) Assessment of game restocking contributions to anthropogenic hybridization: the case of the Iberian
