El Doctor G.R.Potts, más conocido como Dick Potts, hablaba con orgullo de sus antepasados, que habían sido agricultores desde varias generaciones en el condado de Yorkshire (Inglaterra). Y fue en aquel entorno agrícola, rodeado de perdices pardillas y otra fauna silvestre, donde surge su interés por las aves y su conservación, temas a los que dedicaría buena parte de su carrera investigadora.
Realiza su doctorado en la Universidad de Durham (1965), estudiando aves marinas en las Islas Feroe, siendo testigo de los efectos tóxicos de las algas en dichas aves. Más tarde comienza a trabajar para la entonces Game Conservancy Trust en los paisajes cerealistas de Sussex (1968), al sur de Londres. Por entonces, la mayor parte de investigación se realiza en hábitats poco modificados, lejos de los campos agrícolas y por ello la investigación dirigida por Dick es arriesgada y no comprendida por muchos. Pero durante los años 70 y 80 se realizan en colaboración con la Universidad de Southampton nada menos que 20 Tesis doctorales inspiradas en su trabajo, y Dick se convierte en el adalid de la conservación de la perdiz pardilla y otras especies agrícolas, publicando numerosa literatura científica condensada en dos libros históricos sobre perdices, uno publicado en 1986 y otro en el 2012. Dick enuncia su "Teoría de las tres patas del taburete" para la conservación de la pardilla, especie cinegética icono en el campo británico: cobertura para el nido, control de predadores y provisión de insectos para los perdigones. Si una de las tres patas falla, la población de perdices se colapsa. Para la historia quedan sus estudios sobre el efecto indirecto de los pesticidas en las pardillas, problema que sigue asolando nuestros campos por la carencia de insectos (ver vídeo). Hay que resaltar también que la investigación de Dick y su equipo es eminentemente práctica, compatible con la rentabilidad del campo, hecho por el que esta investigación para especies como la perdiz pardilla genera buena parte de las medidas agroambientales que benefician no sólo a las especies cinegéticas, sino también a otras que no lo son.
Dick Potts recorre el mundo buscando a las perdices, incluyendo España y Portugal, en las que mantiene buenos contactos y grandes recuerdos. Durante los años 80 y 90 asume varios cargos de importancia en la Game, siendo Director de Investigación y finalmente Director General durante nueve años, jubilándose en el 2002. Bajo su dirección, la Game pasa de emplear un puñado de investigadores a un total de 60. Además de la perdiz pardilla, impulsa investigación en especies como la becada, el grouse o lagópodo escocés, la perdiz roja, liebre europea, aves paseriformes e insectos. Durante casi 50 años lidera el proyecto de Sussex a través del que se ha estudiado a fondo el ecosistema agrícola en su conjunto. Como reconocimiento a su trayectoria se le condecen varios premios y reconocimientos, entre ellas la que concede la Unión Británica de Ornitólogos (Godman-Salvin Prize).
Su muerte el pasado 30 de marzo deja huérfanos a varias generaciones de investigadores que hemos sido inspirados por su trabajo y entusiasmo. No olvidaremos su entrega por demostrar científicamente que es posible que el campo sea compatible con el mantenimiento de especies como la perdiz pardilla. Y tampoco su pasión durante las jornadas de campo, especialmente cuando contábamos perdices.
Dick, nos aseguraremos de que tu legado permanezca.
Carlos Sánchez García-Abad