Podríamos decir que Gonzalo Varas Romero es Ingeniero de Montes, cazador, pescador, fotógrafo y aficionado al monte como pocos, pero sería más acertado decir que se trata de una de esas personas a las que el Campo, la Caza y la Naturaleza les corren por las venas desde chico.
Gestor y consultor medioambiental, vocal de la Asociación del Corzo Español (ACE) y en la actualidad miembro del equipo técnico de la Fundación Artemisan, su nombre ha adquirido notoriedad tanto por su profesión como por una de sus aficiones, la fotografía, mediante la que fascina al público a través de su blog, “CorZalografías” en la web de dicha asociación.
Preguntas:
P: Usted es un gestor y consultor medioambiental con años de experiencia, ¿podría resumir brevemente su trabajo?. En el ámbito de la gestión cinegética he realizado desde trabajos a muy pequeña escala como la planificación y ejecución de refuerzo de poblaciones de conejo o la elaboración de Planes Técnicos de Caza, hasta trabajos a una gran escala como los Planes Técnicos de Capa de Áreas Cinegéticas que ocupan un ámbito comarcal de varios miles de Km2. Dentro de la consultoría medioambiental cada vez cobran más fuerza los proyectos internacionales donde la gestión de flora y fauna son unos de los puntos más fuertes dentro de los mismos.
P: A menudo se dice que en España se escucha poco a los gestores cinegéticos, ¿cree usted que es así?. Escuchar sí que se escucha y la gente confía en el buen hacer de los gestores, el problema es que a veces priman otros intereses (económicos, políticos, administrativos,…) u otros criterios por encima de los criterios técnicos.
P: Usted está muy vinculado al corzo, al que lleva retratando magistralmente durante años, ¿qué opinión le merece el fervor por su caza?. La afición por la caza del corzo se ha incrementado al mismo ritmo que se ha producido su expansión. En muchos casos esto ha sido provocado porque el corzo ha ocupado terrenos en los que la caza menor ha sufrido un drástico descenso, produciéndose una reconversión del cazador de menor en cazador de ésta especie. Su caza, sobre todo en rececho o espera, llega a ser un “tu a tu” con el animal, donde el cazador a base de inteligencia y experiencia intenta ganarle la partida, de ahí que lo que comienza como una modalidad de caza más llegue a convertirse en una obsesión por conseguir ese ansiado animal, transformándose la afición en fervor.
P: ¿Qué opina sobre la gestión (a nivel general) que se realiza de la especie?. La gestión sobre el corzo ha ido, en la mayoría de las ocasiones, un paso por detrás de la evolución y colonización de la especie en España y estamos muy por detrás de los países centroeuropeos en cuanto a gestión de la especie. Esto ha hecho que existan zonas donde se producen grandes desequilibrios en la relación de sexos, altas densidades, daños en cultivos, accidentes de tráfico, enfermedades, bajada de la calidad de los trofeos,.... Aunque cada vez se gestiona más y mejor, todavía existen algunas C.C.A.A. donde no se ajusta el calendario de caza al ciclo biológico de la especie, además se tiene cierto recelo a la caza de hembras para conseguir equilibra las poblaciones; es por eso que desde la ACE se aboga por la investigación sobre la especie y una mayor gestión, promoviendo, entre otras cosas, unas jornadas de caza de corzas en invierno que se ha denominado “Fin de Semana de Corzas”. Otro punto en el que se está muy detrás en gestión del corzo es en la caza de animales juveniles, ya que las administraciones lo tienen prohibido por ley.
P: Usted ha viajado a África en varias ocasiones por motivos profesionales, ¿qué se puede aprender de África en lo que respecta a gestión cinegética?. De África conozco dos países con una postura totalmente opuesta con respecto a la gestión cinegética. En Kenia, que es el país que más conozco, la caza mayor está prohibida, apostando por un modelo de gestión de fauna enfocada a la fotografía y contemplación de los animales pero, aun así y a pesar de no existir la caza, existen grandes zonas donde el desarrollo agrícola y la colonización han provocado la desaparición de la totalidad de la megafauna. Otra cuestión interesante es que se produce un furtivismo local a pequeña escala de especies para alimentación (eland, impala,…) y otro a gran escala, formado por grupos organizados internacionalmente, de especies tan emblemáticas como elefante y rinoceronte. Por otro lado Sudáfrica practica una filosofía totalmente opuesta, ya que promueve la caza como fuente de ingresos. El problema que he podido observar es que aunque en unos sitios se practica la caza de animales en estado salvaje, en otros muchos se produce un control tan intenso de las especies cinegéticas (cercas en superficies de tamaño reducido, cría de animales en cautividad, suplementación artificial,…) que desaparece la incertidumbre de la caza, transformándose esta práctica en otra cosa muy distinta a lo que es cazar.
P: ¿Podría resumir brevemente lo mejor y lo peor de ser consultor cinegético? Lo mejor creo que se produce cuando se pone en práctica lo que planifica el gestor y con el paso del tiempo se ven los resultados del trabajo. Lo peor se da cuando después de un largo y duro trabajo, se realiza una propuesta y al final terminan primando otras decisiones u otros factores por encima de los criterios técnicos.
P: Un deseo para el futuro… Por un lado me gustaría que la sociedad en general aprenda a diferenciar la actividad cinegética de otras acciones o prácticas que se realizan y que se confunden o se asocian con esta, como pueden ser el furtivismo, abandono o maltrato de animales,… y por otro lado me gustaría que se valorase no sólo como una actividad recreativa sino como una actividad de control y gestión necesaria de poblaciones en un medio tan intervenido y modificado por la actividad humana.
