¿Es el ganado el que infecta de tuberculosis a la fauna silvestre o es al revés?
Este estudio firmado por Hermoso de Mendoza y colaboradores, los cuales contaron con la colaboración de las administraciones autonómicas y nacionales, fue realizado en la Sierra de San Pedro, Cáceres (Extremadura). En esta región el paisaje típico es la dehesa, encontrándose grandes fincas valladas que en general realizan un doble aprovechamiento ganadero (vacuno, ovino y porcino en extensivo) y cinegético (ciervo y jabalí principalmente).
La tuberculosis bovina (TB) no es una enfermedad nueva para ninguno de nosotros, pero debemos mencionar algunos aspectos de la misma sin profundizar demasiado. Sabemos que es una enfermedad que comparten distintas especies, tanto animales domésticos como la fauna silvestre y que también la puede contraer el hombre, son las llamadas enfermedades zoonóticas o zoonosis.
Para ello, las administraciones llevan realizando desde hace años intensas y costosas medidas de control sobre ganado doméstico con el fin de erradicar la enfermedad. Por otro lado, el método de vigilancia realizado sobre la fauna silvestre consiste en la recogida de muestras y análisis de las canales de los animales abatidos durante la temporada de caza, un método económico y efectivo dado la naturaleza esquiva de estos animales.
Las nuevas medidas de gestión sobre la caza como la realización de cercados más efectivos y la suplementación de alimento durante el verano han provocado un aumento de densidad de estos animales de manera considerable, lo que ha provocado que el contacto sea inevitable entre el ganado doméstico y las especies cinegéticas. Estas situaciones favorecen la transmisión de la enfermedad. Pero, ¿quién se lo pasa a quién? Eso es lo que han querido demostrar los autores recopilando la información de una década (1992-2004).
Está claro que inicialmente fue el ganado vacuno el que infectó a las especies silvestres. Pero, aunque actualmente el número de animales domésticos tuberculosos está descendiendo, suelen existir rebrotes (reinfecciones) de la enfermedad que coinciden con picos en las especies cinegéticas. En zonas donde ganado y fauna silvestre están en contacto íntimo, la trasmisión de la enfermedad es elevada desde fauna silvestre (sin control sanitario) hacia el ganado doméstico, que teóricamente debería de estar sano. Sucede, por lo tanto, igual que en Inglaterra donde la especie silvestre que mantiene la enfermedad y la transmite al ganado (técnicamente se llaman especies reservorio) es el tejón. Mientras tanto, en España son el ciervo y el jabalí los reservorios de la tuberculosis bovina.
En concreto, el jabalí es la especie que mayor importancia tiene en la transmisión de la tuberculosis bovina en Extremadura y parte de España; por su capacidad de adaptación a diversos medios, sus hábitos carroñeros y la facilidad con la que atraviesan los cercados cinegéticos. De hecho, los autores mencionan la aparición de tuberculosis en poblaciones de cerdo ibérico, se cree que han sido transmitidas por el jabalí.
¿Y qué puedo hacer yo?
Posiblemente ninguna medida sea efectiva al cien por cien, pero quizás la más acertada será mantener tus poblaciones cinegéticas en unas densidades adecuadas, evitando las concentraciones de animales en comederos y puntos de agua. En todo caso, hay que tener en cuenta las características particulares de cada finca o región y valorar individualmente cada caso.
Referencia del trabajo
HERMOSO DE MENDOZA, J., PARRA, A., TATO, A., ALONSO, J.M., REY, J.M., PEÑA, J., GARCÍA-SÁNCHEZ, A., LARRASA, J., TEIXIDO, J., MANZANO, G., CERRATO, R., PEREIRA, G., FERNÁNDEZ-LLARIO, P. y HERMOSO DE MENDOZA, M. “Bovine tuberculosis in wild boar (Sus scrofa), red deer (Cervus elaphus) and cattle (Bos taurus) in a mediterranean ecosystem (1992–2004)”. Preventive Veterinary Medicine, 2006, vol, 74, pp. 239–247.
Palabras clave: ciervo, ganadería, jabalí, tuberculosis