En los últimos años la persistencia de enfermedades que la fauna silvestre y doméstica comparte, como la tuberculosis, ha ido creciendo de forma exponencial. Las consecuencias para la Sanidad Pública y Animal, así como el impacto en la ganadería y la caza, han hecho que tanto las administraciones como el sector cinegético, trabajen conjuntamente para reducir y atajar ciertas factores de riesgo, como la presencia de vísceras y otros subproductos de animales en el campo.
Un artículo firmado por Carrasco-García y colaboradores, estudió las visitas y el aprovechamiento que la fauna silvestre hace de esos subproductos de caza mayor que se deja en el campo. Los investigadores pusieron cámaras de foto-trampeo en 18 puntos donde se dejaban las carroñas en el campo, dentro de 7 cotos de caza, para de estar forma determinar qué especies las visitaban.
Además, colocaron restos en lugares “abiertos” y otros en espacios más “escondidos” (entre la vegetación). También compararon qué sucedía si depositaban esas carroñas en distintos momentos del día.
En total, se detectaron 8 especies de aves y 5 de mamíferos que se acercaban y consumían esas vísceras y despojos. El zorro se detectó en el 78% de los puntos y se confirmó su carroñeo en un 61% de los mismos. Tras esta especie, el buitre leonado se observó y carroñeó en un 56%, seguido del cuervo (visto en el 61% de los lugares y carroñeando en el 39%). Es necesario destacar además que el jabalí también estuvo presente en un 17% de los puntos, siendo confirmado el consumo de esos restos en porcentajes significativos.
En la carroña en lugares abiertos, los buitres fueron los visitantes más frecuentes, mientras que en la carroña depositada en lugares con más cobertura vegetal, fueron el zorro y el jabalí. Además, se confirmó que cuando los montones de carroña se depositaban durante la tarde y noche, era mucho más frecuente ver a jabalíes que a buitres, lo cual se explica evidentemente por las diferencias de comportamiento entre especies.
Como ya sabíamos, los subproductos de caza mayor son aprovechados por especies como los buitres, que dependen de ellos para sobrevivir en muchas ocasiones. Pero es imprescindible llevar a cabo una adecuada gestión de los mismos, eligiendo para su vertido las primeras horas de la mañana y no las últimas de la tarde, en lugares abiertos y utilizando muladares accesibles a las aves, pero no a mamíferos, como el jabalí o el zorro, que pueden contribuir al mantenimiento del ciclo de enfermedades como la tuberculosis en el medio natural.
Referencia del artículo
Carrasco-Garcia, R., Barroso, P., Perez-Olivares, J., Montoro, V., & Vicente, J. (2018). Consumption of big game remains by scavengers: a potential risk as regards disease transmission in Central Spain. Frontiers in veterinary science, 5, 4.